Nozomi, una madre que ha criado a su hijo Yosuke estrictamente porque quiere criarlo para que sea un buen ser humano como su difunto padre. Sin embargo, sus notas nunca mejoraron y su cuerpo agonizaba debido al estrés y la frustración. Un día, Nozomi prueba el equipo de realidad virtual que le fue confiscado al amigo de Yosuke, Shuichi. Me sentí emocionado por la sensación de realidad que era más de lo que imaginaba, y no pude evitar tocar mi cuerpo... y Shuichi, quien casualmente estaba de visita, me atrapó.