Una esposa rusa viene a visitar a un japonés adinerado con algunas circunstancias que no puede contar a nadie. A cambio de recibir la recompensa, ella ofrece su hermoso y maduro cuerpo femenino y acepta ser entrenada. La cuerda de cáñamo muerde la voluptuosa carne femenina, y mientras ella se retuerce de agonía, grita de placer y se llena de semen hasta impregnarlo en lo más profundo de su útero.