Eru empezó a invertir por curiosidad sin decírselo a su marido, pero la inversión fracasó y acabó con una deuda de 10 millones de yenes. No había manera de decírselo a mi marido, así que decidí consultar con el padre de mi marido... Cuando su suegro decidió saldar su deuda, su alegría duró poco. El suegro pide a cambio el cuerpo de Eru. La debilidad de Eru es aprovechada y sacrifica su cuerpo a las órdenes de su suegro...