Relación a distancia de un mes. Decidí llamarlo todos los días y mantenerme en contacto para superarlo. ¡Pero nunca esperé que Aina dijera que quería tener sexo conmigo! Al escuchar sus palabras positivas, comencé a entrenar a mi inocente novia para que fuera cada vez más lasciva con la masturbación a distancia. ¡Y el tan esperado reencuentro con ella! Tan pronto como entra en la habitación, se burla de Mana, que se moja... Sus sentimientos rebosan de amor.