Como trabajador aburrido de una tienda de conveniencia, fui testigo de cómo Riho, quien solía intimidarme, robaba en tiendas... Riho, que tiene una mala personalidad pero un buen cuerpo, estaba jugando con sus entrañas con los dedos con el pretexto de escuchar, y mientras vomitaba maldiciones, goteaba sus jugos de amor y comenzó a convulsionar y correrse. Es increíble ver a una chica normalmente de carácter fuerte mojarse el coño y correrse tanto que mueve los hilos.