Esta vez aparece la modelo tetona Kaede Niiyama. Agregando juegos más humillantes como graffiti y caparazón de tortuga facial a su exquisito cuerpo, se transforma en una mujer masoquista que se mete la lengua. Desde el principio derrama mucha orina y se precipita hacia la parte principal, y después, la obra pervertida donde está enganchado al carey de la cara y la nariz es una obra maestra. Y al final recibió el habitual bautismo del urinario de carne.