La hermana mayor de un familiar ha decidido vivir en mi casa de Tokio por una temporada. De repente, hay una mujer de mi edad. Además es guapa y muy amable. No me siento a gusto. Porque huele bien. Un día le quité las medias, por las que tenía curiosidad desde hacía algún tiempo, y las olí. Ah, este olor... Ahí es donde comienza mi fantasía.