Koji está preocupado por los grandes pechos de la nueva pareja de su padre, Reiko. El cuerpo moderadamente maduro de Reiko era demasiado estimulante para un chico en plena adolescencia. Koji se convierte en una bestia y le chupa los pechos. Reiko se niega, pero mientras él usa implacablemente su lengua para lamerla, su entrepierna se calienta y sus gritos enojados se convierten en gemidos...