¿Sabes cómo me siento cuando me tratan como a una mujer lasciva con pechos obscenos? De repente me llenó el deseo de follarla, así que usé una pastilla para dormir y un afrodisíaco para correrme dentro de ella sin su permiso. Cuando desperté, ella corría desnuda, así que la atrapé y le inyecté un poderoso afrodisíaco. Su cuerpo y cerebro están todos derretidos, y empuja sus caderas con una cara ahegao en blanco, pidiendo semen en lo más profundo de su útero, y es todo para mí.