Una hermosa madre, Miyabi, vive con su hijo, Satoshi. Aunque sus días son felices, se siente sola porque no ha podido ver a su esposo quien ha estado ausente por mucho tiempo debido a asignaciones en el extranjero. Un día, cuando el mejor amigo de su hijo, Yu, a quien conocía desde hacía mucho tiempo, visitó su casa para observar las estrellas, Yu de repente se confesó y lo besó. Miyabi sintió que su corazón latía con fuerza en su pecho, a pesar de su voluntad. Después,