Su esposa Kaori es ignorada por su marido y se ve obligada a cuidar de su suegra y su yerno Kenta postrados en cama. Siempre me divertía con un vibrador en secreto en el armario para desahogar mi frustración. Un día, Kenta se entera y se la folla en broma. Después de todo, un Sao real es mejor que un juguete... Kaori es adicta al sexo con Kenta.