Minami y yo vivíamos en el mismo barrio, por lo que siempre estuvimos juntas desde la infancia. Antes de darme cuenta, se convirtió en mi única amiga con la que podía pasar el rato sin pensar en mí misma como una mujer. Pero lo he notado. Resultó que tenía senos grandes. Parecía y actuaba como un hombre, y yo no tenía ningún interés en los pechos de Minami, pero una vez que comencé a prestarle atención, sólo pude verla como una mujer.