¡Acción prohibida emprendida por una hijastra rebelde que nunca lo aceptará como su padre! ¡La obscenidad doméstica comienza cuando mi esposa, a quien le encanta hablar, habla por teléfono! ¡Mi hijastra se asusta cada vez que suena el tono de llamada! ¡Educación sexual cruda repetida sin poder decir la verdad! Gracias a mi estricta disciplina, se ha convertido en una niña obediente que incluso puede decir: Por favor, ven dentro de mí.... (jajaja)