Ese fue un chequeo médico muy extraño. Cuando fui al centro de medición vestida solo con ropa interior, había un niño allí. Mi mente se puso en blanco. ¿Estás aquí ahora? ¿Con los chicos? No es un sueño, ¿verdad? El examen médico avanzó infringiendo la delicada mente de un adolescente. Incluso ahora, cuando pienso en ese día, mi corazón se calienta, mi corazón se acelera y me siento raro.