Un día la traje a casa. Cuando mi hermana vio esto, sus ojos cambiaron de color y se puso ropa que dejaba al descubierto sus pechos y me sedujo. Empezó a tocarme la entrepierna a pesar de que mi novia estaba allí. Me volví loco por la experiencia extremadamente placentera de la suave mamada y la suave paja cubana... Después de que ella se fue, me trataron con el coño de mi hermana mayor que se apretó tanto que mi polla se volvió loca, y me hicieron eyacular más veces que Podría contar mejor.