Hace seis meses, mi padrastro me besó borracho. Puede que mi suegro no lo recuerde, pero yo no pude olvidar ese beso. Desde entonces, he estado tratando de evitar a mi suegro, pero no pude rechazar este viaje a casa... Fui a casa de mi suegro, diciéndome que estaría bien mientras estuviera con mi esposo, pero mis temores se hicieron realidad.