Miho, que era pobre pero luchaba por ingresar a la universidad, asistía a la universidad mientras trabajaba como tutora privada. Un día, vio una gran suma de dinero en la casa de su alumno, y mientras la guardaba en su bolsillo, el estudiante, yo, lo vi... Si eso se supiera en el mundo, todo el arduo trabajo que habían realizado se desperdiciaría. Miho no tiene más remedio que rendirse a las humillantes exigencias del yo y cae en un juguete de deseos distorsionados.