¿A dónde fue esa bella y digna esposa? Un monitor de equipamiento sanitario que contraté para saldar una deuda que había contraído por un accidente. Sin embargo, se trataba de equipos sanitarios sólo de nombre, equipos para reparar el cuerpo humano. Una vez instalado, no habrá ninguna resistencia. Mientras ve cómo le pisotean sus propios genitales a su antojo, la esposa acaba por volverse patética por la polla del vendedor.