Yukiko (Amiri Saito) es testigo de las locas y pervertidas tendencias de su jefe en el trabajo a altas horas de la noche y se ve obligada a mantener la boca cerrada. Se pone pegajosa con una gran polla y la humillan diciendo: Usaré mi semen como brillo. Mientras continúa siendo violada una y otra vez por su jefe, a quien odia a muerte, su cuerpo se desarrolla de manera humillante y comienza a desear su polla. Yuki es fácil de sentir.