Hace unos seis meses me despidieron y seguí trabajando en la feria de empleo, dependiendo del salario de mi esposa, que trabaja como inmobiliaria. Hoy en día, a veces pasaba por aquí de camino a casa desde el trabajo para ver cómo estaba mi esposa, que estaba trabajando en una casa modelo en la ciudad vistiendo un estilo formal muy ajustado y sonriendo por todos lados. La miraba con una sonrisa en mi rostro. Una mañana,