¡Chitose Hara se enamora del shotachinpo! Mientras Chitose despide a su único hijo que está a punto de tomar un examen de ingreso, unos mocosos astutos llegan con chantaje en sus manos. Los mocosos frotan sin piedad sus duras pollas contra Chitose, quien le ofrece sus cuerpos por el bien de su hijo, y la orina blanca sale y él se sumerge en el placer. A medida que transcurrieron estos días, Chitose también comenzó a aceptar y sentir esta fornicación.