Mi suegro, que había estado peleando con mi suegra y no tenía ningún propósito de continuar, se mudó a nuestra casa. Desde la primera vez que conocí a mi suegro, que tenía mal gusto por las mujeres y era desaliñado, lo odié. Mi suegro continuó quedándose a pesar de que yo sentía que tenía un mal presentimiento y quería que él se fuera a casa lo antes posible... Mi corazonada resultó ser correcta.