No existe el pezón, pero si lo desarrollas, puedes obtener un placer intenso (risas). Lentamente...lentamente...lentamente... Sus pezones, que se han vuelto tan sensibles como el clítoris debido a los afrodisíacos, son jugados, frotados y lamidos, ¡haciéndola llegar al orgasmo en agonía una y otra vez! No me debería gustar... debería darme vergüenza... pero por alguna razón mi cuerpo no me escucha... Estimulación simultánea de pezones y glándulas mamarias.